Artículos clínicos

Qué es lo que debemos saber para asesorar correctamente a nuestros clientes frente a la decisión de esterilizar o no a su perro

10/02/2022

Xiomara Lucas
Dpto. Medicina y Cirugía Animal (Reproducción y Obstetricia). Hospital Clínico Veterinario, Universidad de Murcia

No es posible dar una recomendación general que sirva para todos los animales, por lo que la decisión deberá ser totalmente individualizada teniendo en cuenta la raza del animal, las necesidades o motivos del propietario para realizar dicho procedimiento y la función o actividad para la que el animal esté destinado

Una de las principales consultas que realizan los propietarios de perros es si deben esterilizar o no a sus animales y cuándo. A menudo, la decisión final es realmente tomada por el veterinario, no por el dueño, ya que este último acepta de buen grado la recomendación y confía en el correcto asesoramiento. La cuestión es, por tanto, si hoy en día sabemos asesorar bien sobre la recomendación o no de esterilizar.

Aunque de forma general se tiende siempre a generalizar, en los últimos años ha existido un importante cambio de visión sobre este tema y hoy en día la toma de decisión al respecto puede llegar a ser compleja al poder tener tanto consecuencias positivas como negativas sobre la salud de nuestro paciente. Como todos bien sabemos, durante muchos años se ha recomendado de forma global “castrar” a los perros independientemente del sexo. Nadie puede cuestionar que es la mejor manera de prevenir gestaciones no deseadas, pero hay situaciones donde no existe tal riesgo. En muchos estudios publicados, la castración incrementa la vida media de los animales y reduce el abandono puesto que minimiza todos aquellos caracteres de comportamiento asociados a la fuga, agresividad, etc. Por otra parte, nadie tampoco cuestiona su efectividad a la hora de reducir la futura aparición de ciertas patologías reproductivas como los tumores de mama, alteraciones uterinas, muchas de las enfermedades prostáticas, tumores testiculares, así como aquellas situaciones fisiológicas asociadas al celo en la perra (sangrado, pseudogestación, etc) o al comportamiento sexual del macho.1,2

Sin embargo, si nos centramos en los inconvenientes, la mayoría de los veterinarios suelen indicar únicamente a los propietarios los riesgos derivados de la cirugía, el incremento de peso y, quizá, la incontinencia urinaria asociada a hormonas. Sin embargo, hoy en día se reconoce que muchos procesos de carácter hereditario o inmunológico pueden verse afectados por la existencia o no de las hormonas sexuales y que, dicho efecto, puede ser variable entre razas, entre sexos y según a la edad a la que se realiza la esterilización.3,4 Por tanto, en esta revisión se ofrece una visión global de las consecuencias de la esterilización en esta especie.