La evidencia radiológica de osteoartritis (OA) de las extremidades o la columna vertebral es identificable en el 90% de los gatos mayores de 12 años, independientemente del motivo de la visita 2. La edad es un factor de riesgo importante: la incidencia de la OA felina aumenta un 13,6% por año adicional 3.
La OA felina tiende a estar infradiagnosticada, ya que sólo el 16,7% de los gatos con OA presentan cojera 4. Además, la manipulación de articulaciones con lesiones radiográficas de OA desencadena dolor sólo en el 33% de los casos 4, mientras que el 67% de las articulaciones clínicamente dolorosas no presentan lesiones evidentes 5.
En este contexto clínico, las observaciones del propietario son muy importantes: es muy aconsejable que el propietario rellene un cuestionario sobre el comportamiento del gato en diferentes situaciones para evaluar su calidad de vida. Esto facilita el seguimiento a largo plazo del gato. Se han diseñado varias herramientas para estimar la importancia del dolor crónico, como las "medidas de resultado específicas para el cliente" (CSOM) o las cuadrículas del "índice de dolor musculoesquelético felino" (FMPI). También es útil pedir a los propietarios que graben vídeos de su mascota en su entorno habitual, o utilizar un collar conectado para estimar la actividad del gato.
Como en otras especies, el tratamiento de la OA felina requiere un enfoque multimodal.
Tratamiento médico
Se utilizarán antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como primera línea de tratamiento, pero también pueden utilizarse medicamentos analgésicos, sobre todo en presencia de alodinia, que puede afectar hasta al 30% de los gatos con OA 6. Para limitar el riesgo de efectos secundarios, se recomienda utilizar únicamente AINE autorizados para uso crónico en gatos, y se prescribirá la dosis mínima eficaz. Durante el seguimiento del tratamiento, puede reducirse gradualmente la dosis, o espaciar las administraciones. El tratamiento debe ir acompañado de análisis de sangre y orina periódicos, especialmente si el gato ya está recibiendo otros medicamentos.
Los opioides también pueden utilizarse para el tratamiento del dolor, pero tienen una escasa biodisponibilidad oral. Regularmente surgen nuevos tratamientos para complementar este arsenal terapéutico, y ahora puede considerarse el uso de cannabidiol 7.
Nutrición
Es aconsejable proporcionar una dieta rica en ácidos grasos omega-3 de cadena larga (EPA/DHA) y suplementos nutricionales condroprotectores. Un estudio demostró que el nivel de actividad de los gatos con OA alimentados con una dieta rica en omega-3 era mejor que el de los gatos alimentados con una dieta estándar 1.
El control del peso también es esencial para mejorar el bienestar del animal.
Cirugía
Aunque rara vez se realiza en gatos, la cirugía (reemplazo total de cadera o extirpación de la cabeza femoral, artroscopia o artrotomía para eliminar fragmentos mineralizados, lavado articular, etc.) puede considerarse cuando los tratamientos médicos no proporcionan alivio al gato.
Adaptación del entorno
La calidad de vida del animal mejorará modificando su entorno: instalación de peldaños o rampas para trepar, zona de descanso cómoda, fácil acceso al agua y a la comida, cepillado diario...
Fisioterapia
Los masajes, la aplicación de calor o frío, los tratamientos con láser, (etc.) también están indicados para complementar el enfoque multimodal.
El tratamiento precoz de la osteoartritis aumenta las posibilidades de éxito de un tratamiento antiinflamatorio 8 y reduce las consecuencias funcionales, conductuales y fisiológicas. La reducción gradual de la actividad relacionada con el dolor favorece el desgaste muscular, la reducción de la amplitud de movimiento articular y acelera la progresión de la discapacidad. Muchos problemas de comportamiento también están relacionados con la presencia de dolor que a veces se subestima.
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